-Buenas tardes no de el Altissimo, Hermano portero.
-LLego a la Abadia llena de emoción, mi nombre es Belit i resido en la maravillosa Villa de Vic.
-Es un placer inmenso llegar a estas puertas, un pequeño sueño, convertido ahora en una gran realidad. Espero encontrar la iluminación de la amistad i del conocimiento entre todos vosotros.
Dichas estas palabras, espero a que el Hermano abriera la puerta, le sonrió i observó com se abrian las pesadas puertas muy lentamente.