Llegada de Dama Elzbieta:

De tierras lejanas ,llego con su corsel blanco.
Desmonto,ato las riendas en un matorral.
Desencillo al caballo . Le dio de comer y beber.

Miro el imponente porton de la Abadia.
Con delicadeza,golpeo la puerta.Era muy temprano.
Espero un momento,y esta se abrio.

- Buenos días nos dé el Altísimo, Hermano Portero, acabo de llegar de Polonia .
Me agradaria y seria para mi un honor ,permanecer una temporada en la Abadía junto con otros hermanos de fe. .

Se posterno y agacho su cabeza tocando el piso.

(Era una costumbre de su pais,para rendir honor a sus hermanos en la fe y a tan sagrado lugar.)

Se puso de pie ,contenta de haber llegado por fin.

El día empezaba con los primeros rayos de sol, cuando a Griko le pareció escuchar la puerta, todo lo rápido que pudo fué a abrir la pesada puerta al hacerlo una dama le dijo:

Buenos días nos dé el Altísimo, Hermano Portero, acabo de llegar de Polonia .
Me agradaria y seria para mi un honor ,permanecer una temporada en la Abadía junto con otros hermanos de fe.

Muy buenos días nos dé a todos, respondío el joven Vicario. Yo me llamo Griko Bâcle. ¿Y vos es?

Viendo que no se habia presentado,Elzbieta se sintio avergonzada.

Vicario Griko,os ruego sepais disculpar.
Mi nombre es Elzbieta,Izabel en polaco.
He venido a visitar vuestra abadia,pues nuestros hermanos franceses,me han hablado bien de de vos.
Solo busco refugio,encontrar un lugar de paz,donde poder ayudar en los quehaceres .
He sido bautizada en la fe,en mi pais.
Sigo mis estudios en La Abadia de Norillac.

El el rostro de la recien llegada se notaba su timidez.

Bienvenida seas vos a esta humilde abadía, es un enorme placer contar con gente de tierras lejanas, ya que el Altísimo no tiene fronteras y todos nos debemos a él.

Sonrió a la dama y con un gesto le dijo que entrara.
Griko acompañó a Elzbieta a dar una vuelta por la abadía y así se la enseñaba de paso.

Te indico donde está nuestro refectorio donde podrá comer y conocer a la demás gente de la Abadía.

Si necesita descansar, después del largo viaje es lo que creo que os toca, podeis dejar vuestras cosas en una de las celdas vacías. Espero que su estancia entre nosotros os llene de felicidad y que juntos podamos ver el camino hacia la virtud.

Elzbieta se sintio reconfortada,ante tan amables palabras.
Humildemente sigio al Señor Vicario Griko.
Recorieron el refectorio,y al llegar a la mas sencilla de las celdas,
indico que desearia quedarse en ella.
Ya soy feliz,mi Señor.El Altisimo ha sido generoso en indicarme el lugar.
Gracias,no sabeis cuanto os agradesco.