Llegada de Nitblanca

Nitblanca llegó a la Abadia de Vallbona a media tarde, un poco cansada después del camino a pié.
Había decidido realizar el viaje hasta la Abadia sola, para tener tiempo de pensar en el camino espiritual que iba a comenzar pronto.
Maravillándose con la belleza de la Abadia que esperaba que fuera su hogar durante un tiempo, respiró hondo y llamó a la puerta.

Nitblanca esperó respuesta mientras contemplaba la magnífica arquitectura que albergaba la Abadia.

Buenas tardes - dijo la joven - mi nombre és Nitblanca d'Atzaïla, y soy de Puigcerdà, desearía hospedarme un tiempo en la Abadia, para estudiar la religión aristotélica, ya que mi deseo es bautizarme en nuestra iglesia.

Nitblanca, un poco nerviosa, esperó respuesta...

Benvinguda, germana*

Andreu reparó en el gesto nervioso de la joven y esbozando una sonrisa, respondió:

Yo soy Andreu Colmenar, estudiante en esta abadía. Por favor, pase dentro mientras proseguimos hablando, ya que comienza ha hacer frio en las laderas del Pirineu a estas alturas del año...

El sacristán ofreció paso a la dama y cerró tras de si la puerta antes de que una ráfaga de viento violenta hiciera estremecer a los árboles.


Estimada Nitblanca, le doy la bienvenida a estas tierras. En primer lugar, celebro su decisión de aprender acerca de nuestra religión para obtener el sacramento del bautismo y formar parte de la gran familia Aristotélica. Mas temo que su viaje hasta aquí haya sido en balde, ya que hace tiempo que no hay cistercienses impartiendo el seminario...

Kolme recordaba los tiempos en que los franceses vinieron a celebrar la ceremonia de inaguración, los dias en la biblioteca estudiando y traduciendo textos... tragando saliva prosiguió:


Es de mi pesar la falta de vocaciones y la dificultad para mantener sitios como este, y cada vez que suena la puerta cuando estoy por aquí y nadie responde me duele el alma al ver que un creyente pierde la formidable oportunidad que tuve yo de estudiar aquí.

Pero el camino que ha elegido es el que le va a llevar a la salvación y no debe perder la esperanza por no haber encontrado aquí respuesta. Le recomiendo que consulte con el cura de su localidad y le pida que le instruya en los conocimientos mínimos que debe tener todo fiel. Y por supuesto, si sigue interesada, puede encontrar muchos textos y libros acerca de nuestra religión.


Mientras trataba de recordar si el hermano Xiki era de Vic o de Puigcerdà, se hizo un momento de silencio.


Si, pienso que será lo mejor, que pregunte en su localidad que de buen seguro su cura le orientará lo mejor posible. Y por supuesto, si tiene cualquier pregunta, tengo toda la tarde libre para poder ayudarla.


Además, hay bastantes leguas desde aquí hasta Puigcerdà, por lo que si quiere pasar la noche, puede quedarse aquí o bajar hasta Urgel y albergarse en la villa, donde encontrará unas excelentes tabernas y una mejor gente.




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Bienvenida, hermana

Nitblanca esbozó una sonrisa triste al oir las palabras de Andreu...

Muchas gracias por tu amabilidad al atenderme, ha sido un camino largo, y lleno de esperanza, pero seguiré tu consejo - dijo ya más segura de si misma - volveré a Puigcerdà y hablaré con nuestro querido Xiki, estoy segura de que él me ayudará, ya que mi decisión es firme.

Ha sido un placer conocerte, Andreu, y de todo corazón espero que las cosas mejoren, y que en la Abadia se vuelva a impartir el seminario.

La joven recogió sus cosas, decidida a partir de nuevo hacia Puicerdà.

Muchas gracias por invitarme a alojarme aquí, pero la verdad es que el camino de vuelta es largo, y prefiero marchar cuanto antes.


Gracias de nuevo por tu amabilidad - dijo Nitblanca caminando de nuevo hacia la puerta - Gràcies per tot, Andreu!*


Gracias por todo, Andreu*