Tras unos minutos que a Fadrique le parecieron eternos, el porton se abrió sorprendiendolo mientras daba saltitos para entrar en calor.
-Buenos días, mi nombre es Moldot Corleone Lainez, soy novicio de esta orden.
El novicio le invitó a pasar al interior, cosa que agradeció pues ya empezaba a sentir los efectos de la temperatura sobre sus músculos.
-¿Qué asuntos le traen a la hermosa Abadía de Vallbona, Señor ....?
Fadrique di Valiant, hermano, hace algunos días que he terminado en Roma el Seminario con el fín de ser ordenado Vicario de la Iglesia Aristotélica y desde allí he venido a solicitar permiso para participar en el Seminario Aristotélico de San Benito.