- Al fín he llegado - pensó Kanwa cuando pudo ver en todo su esplendor la torre de la Abadía. - ¿será esto a lo que llaman estilo renacentista?, bueno, no entiendo mucho de arte [
Su cuerpo pareció comprender por si solo que había llegado a su destino, y de pronto sintio las piernas pesadas. Se acercó a la gran puerta y agarró el aldabón para acerla golpear contra la madera.
- ¿Hay alguien ahí?, Hermanos, he viajado hasta aqui para ser guiado en el camino de la Fe; ruego me acojais para ilustrar mi espiritu. Deseo asistir al semimario de pastoral para el bautizo . Tras decir aquello, buscó un lugar donde poder sentarse y esperar hasta que le dieran paso.