Llegada de Luis Manuel

El otoño comenzaba a ganar la batalla al verano y el frió recorría ya los parajes próximos a la bella Abadía a la cual se aproximaba un viejo monje de austeras ropas y andar sereno. Frente a el y a sus maltrechos ojos por el desgaste propio del trabajo de copista se alzaba la Abadía de Vallbona donde su discípulo mas aventajado, Su eminencia Carolum, había fijado su residencia y desde donde extendía la FE a todos los territorios de la península.

Nada mas llegar frente al enorme portón, cogió con su mano el llamador y golpeo la puerta.

Un hermano de joven edad abrio la puerta para recibirlo y le pregunto sobre su persona...

Que el altisimo le bendiga hermano, mi nombre es Luis Manuel Gandul de Luna y soy un humilde siervo del Cristos. dijo el de Luna.

La intención de mi visita no es otra que encontrar en la paz de estos muros la inspiración para continuar conociendo a Cristos y si así me lo permiten contribuir en lo que pueda con la abadía para no ser una carga inútil para ella dijo esperando la aprobación del hermano con la seguridad que la hospitalidad cisterciense seguía siendo tan magnifica como antaño.

El viejo asintio con la cabeza mientras el joven hablaba.

Asi es hermano, hace mucho tiempo obtuve el grado de novicio y el de profesor de seminario en la Abadia de Norliac y me gustaria culminar ese proceso llegando a ser monje.

En cuanto a la ayuda que les puedo prestar, eso lo dejo en sus manos hermano, no soy quien para elegir en que debo ayudar. Donde vos o los superiores de la Abadia me situeis sera un buen sitio.

- Debéis saber que no existe ninguna autoridad oficial al mando de la Abadía, el hermano Carolum está intentando reorganizar la abadía, pero nadie ha sido nombrado abad ni nada parecido -dijo con la mirada perdida en la distancia-.

-Bueno -dijo volviendo en sí-, no os haré esperar más hermano. Bienvenido seáis en nuestra humilde casa. Aunque habéis cursado el noviciado, debo advertiros de que las armas que portéis debéis entregármelas y yo les buscaré un lugar adecuado.

- Por favor, seguidme hasta vuestra celda