Llegada de Caris

El invierno había llegado, junto a él el frio y la nieve que impedía trabajar los campos. La Castaña sin querer perder tiempo en Fraga y ver como su campo de maíz se congelaba decidió aprovechar éste tiempo para estudiar y relacionarse más con la fe aristotélica.

Llegó una tarde a la Abadía cisterciense monseñor Tanys de Vallbona, el lugar era hermoso. Caris antes de llamar al portón se detuvo un momento a admirar la arquitectura y el paisaje que le rodeaba.

El lugar es realmente un paraíso – Pensó la joven.

Camino hacia el portón, acomodo sus ropas y golpeo firme. Dio un paso atrás y espero que alguien le recibiera.

El portón se abrió haciendo un sonido algo molesto por lo pesado de éste y al ver quien le recibía del otro lado, la joven castaña se sintió más tranquila.

-Que Dios os bendiga a vos también, Hermano Angelo. Vengo a realizar el curso de diplomacia. Estoy a la espera por entrar a la Nunciatura Apostólica, espero podáis guiarme.

Las únicas armas que poseo son mis manos que utilizo para arar la tierra - Dijo con una risa nerviosa la castaña mientras entraba al lugar acompañada del Hermano Angelo - gracias por guiarme, Hermano.