Llegada de un castellano de corazón aragonés...

Novicio Mensajes : 5 Fecha de inscripción : 22/07/2012

El joven Borja cabalgaba sobre su yegua de un intenso pelaje alazán, el cual rivalizaba en belleza con la veraniega puesta de sol. Tanto Rodrigo como su compañera de viaje se encontraban extenuados debido al largo trayecto recorrido sin apenas paradas desde la villa de Osma hasta la Abadía de Vallbona, situada en las cercanías de la ciudad libre de Urgel. El sol ya se había puesto cuando el rubio vislumbró en la lejanía la imponente figura de la iglesia abacial recortada sobre el cielo estrellado.

A pesar de que el sol ya se había ocultado, pudo ser testigo de la belleza natural de aquel paraje aislado del ruido de las urbes y alejado de las intrigas palaciegas. El camino recorría un pequeño bosque que bordeaba parcialmente aquel recinto de paz. El resto de tierras que formaban parte del feudo de la abadía estaban destinados a la agricultura. Extensos viñedos se encontraban con los cultivos de lúpulo y las zonas de pasto para los animales comían terreno a los campos donde se cultivaba trigo. Y, como si de un reluciente broche se tratara, un riachuelo cruzaba las tierras de la abadía. Servía de fuente de pescado y como lugar donde limpiar la ropa. En el tramo alto de la corriente de agua, donde corría con mayor fuerza, había erigido junto a la orilla un austero molino donde los monjes y oblatos llevaban los granos de trigo para obtener la harina de la que hacer las hogazas de pan que les servían de sustento.

Distraído por tal cantidad de belleza orquestada en torno a un humilde centro de recogimiento, no se dio cuenta de que había llegado a su destino hasta que se encontró en frente de la recia puerta que servía de entrada principal a la abadía. Descabalgó de su montura y la condujo hasta la entrada. Se acercó a la superficie de madera con intención de llamar con los nudillos pero se percató de que había una pequeña campana de la que pendía una cuerda junto a la puerta que servía de timbre a los visitantes. Optó por llamar usando la campanilla, pues le parecía una forma más civilizada de levantar a alguien de la cama que la de llamar mediante golpes contra la madera de la puerta. Tras tirar de la cuerda, esperó a que le recibieran.

Vallbona era hermosa,la oblata francesa no dejaba de recordar los gratos momentos vividos.
Siendo un lugar serio en cuanto a la calidad de los estudios,el ambiente era tranquilo.
A veces,la vida en comunidad hacia que algunos se gastaran bromas.
Ante eventos recientes,la diaconesa se encontraba cerca de la entrada cuando escucho el repique de la campanilla de la entrada.
Inclino levemente su cabeza ,sonriendo delicadamente en signo de respeto.

Bienvenido,hermano,me llamo Klara,encantada de conocerlo.
Lo he visto aqui solo y aunque no soy portera,ni tengo las llaves de entrada a una celda donde podais descansar.
Llevo un canasto con pan,queso de Noirlac,un pequeño porron de vino,uno con agua.

Puso un mantel blanco sobre un banco,y coloco los alimentos.
Si gustais serviros para descansar de tan largo viaje?

Lo miro sonriendo con gentileza.

Novicio Mensajes : 5 Fecha de inscripción : 22/07/2012

Tras varios horas esperando allí de pie, vio cómo una joven vestida con los hábitos cistercienses se acercaba a él tras verle esperando. La hermana se presentó ante él cuando estuvo cerca:

- Bienvenido, hermano, me llamo Klara, encantada de conocerlo.

El Borja supuso que debía ser una hermana cisterciense enviada desde la Abadía de Noirlac por el marcado acento francés que había detrás de su impecable castellano.

La joven le ofreció algo de comida y un poco de bebida para pasar más fácilmente aquella espera bajo el incansable sol que se hallaba en el punto álgido de su trayectoria. El rubio agradeció a la joven su generosidad:

- Hermana, no sabéis cuanto os agradezco este pequeño almuerzo -dijo acompañando sus palabras con una amplia sonrisa-. Sin duda, la Orden Cisterciense es muy generosa con los visitantes que se acercan a sus abadías. Una virtud de la que no muchos pueden presumir en estos tiempos que corren.

Dicho esto, se sentó junto a la oblata francesa en el banco y comenzó a comer pequeños bocados a aquella apetitosa comida. Después de probar el queso, acompañándolo con una hogaza de pan, tomó el porrón de vino y le dio un largo trago.

- Hermana Klara, me temo que si nadie nos abre pronto, acabaré con estos manjares -dijo riendo-.

Última edición por Klara. el Dom Sep 09, 2012 10:29 am, editado 1 vez

Hermano Rodrigo,desgraciadamente,no tengo las llaves aqui en Vallbona.
Se que las celdas y dormotorios se encuentran aqui.
No habiendo una autoridad en la abadia,no estoy autorizada a abrir ninguna.

Inclino su cabeza con tristeza.

Si ,estoy autorizada a hacerlo en la abadia madre,en Noirlac.
La puerta de entrada esta aqui
Lo podre recibir yo misma al regresar.
Os aseguro que mas de uno se alegrara de conocer a un nuevo hermano español.

Novicio Mensajes : 5 Fecha de inscripción : 22/07/2012

Los dos siguieron tranquilamente con su almuerzo, deleitándose con los manjares de la hermana Klara. Unos momentos más tarde, cuando el joven levantó la vista para volver a contemplar el bello paraje, avistó una silueta que se acercaba por el camino que llevaba a la entrada. Cuando estuvo a cierta distancia de ellos, reconoció a la hermosa dama que montaba un corcel blanco. Klara y el Borja estaban a varios metros del camino por lo que Xania no les vio y pasó de largo hasta llegar al portón de la entrada. Desde el banco, se oyó a la Archidiaconisa llamar a la puerta, tal y como hizo él momentos antes. Viendo que no le abrían, el joven rubio decidió invitarla a aquel banquete improvisado y así presentarle a la hermana Klara.

- Xania, venid a compartid estos alimentos con nosotros hasta que vengan a recibirnos -dijo alzando la voz para que pudiera oírle-.

Mensajes : 31 Fecha de inscripción : 28/10/2010

Se encontraba ensimismada admirando aquella belleza cuando un grito la sobresaltó arrancándola cruelmente de sus ensoñaciones. Dio un brinco, y volteó sobre sí misma para descrubrir quién era el dueño de aquella voz. Para su tranquilidad, lo reconoció enseguida, y recobrando nuevamente la respiración encaminó sus pasos hasta allí.

Mientras se acercaba observó una figura femenina al lado de el de Borja, no la conocía, no sabía quien era ella. Pero al contemplar sus ropas supo de que se trataba también de una mujer de Dios.

- Buenos días nos dé el Altísimo, hermano. -saludó inclinando ligeramente la cabeza. - No esperaba encontraros aquí, os hacía camino a Calatayud. - añadió dedicándole una sonrisa. Tras esas palabras, se dirigió hacía su acompañante. - Buenos días tengáis usted también, un placer conocerla. Mi nombre es Xania, soy la Archidiaconisa de Lérida. - dijo presentándose, no iba a esperar que el aragones de corazón lo hiciera. Lo entendía perfectamente, al lado de un buen vino, un exquisto queso y un tierno pan a veces se nos olvidaba todo.

Y observando aquel blanco mantel bordado sobre el banco, tomó asiento. Ella también había traido alimento, por lo que el tentempié de la mañana seria algo copioso.

Novicio Mensajes : 5 Fecha de inscripción : 22/07/2012

La joven Archidiaconisa se acercó a los dos una vez había bajado de su caballo. Dirigió una mirada curiosa a la hermana Klara. Tras tomar asiento, les saludó:

- Buenos días nos dé el Altísimo, hermano. No esperaba encontraros aquí, os hacía camino a Calatayud.

El Borja sonrió ante la mención de Calatayud, su nuevo hogar, hermosa villa, sin duda. Además de ser la cuna del anterior Rey de Castilla Borja.

- Hace días dejé atrás Calatayud para hacer una visita a los hermanos cistercienses de Vallbona.

Entonces, la di Valiant se acercó a la hermana francesa y se presentó:

- Buenos días tengáis usted también, un placer conocerla. Mi nombre es Xania, soy la Archidiaconisa de Lérida.

- Veo que no perdéis el tiempo, hermana. Os iba a presentar a la oblata Klara, pero veo que os habéis adelantado -dijo entre risas-.

Klara,inclino su cabeza con respeto ,ante la Hermana Xurri.

Buenos días nos dé el Altísimo.
Por favor comed y bebed.
Se donde se encuentra la cocina,puedo prararles algo rapidamente.

Mientras les hablaba vio acercarse una paloma mensajera.
Levanto su mano,el ave se poso sobre ella.
La acaricio con dulzura,le dio unos granos de alpiste.
Con sumo cuidado le saco el mensaje que le habia enviado la Madre Eloin.
En el mismo,le manifestaba

Eloin escribió:: Su inquietud por Vallbona.
Preguntaba si habia noticias de los hermanos españoles.
Concretamente se referia al Padre Luis Manuel Gandul de Luna.
Le indicaba,que esperase con paciencia el regreso del retiro espiritual en el que estaba.

Ya le habia ordenado,hace unos quince dias,de dejar una carta aqui en la Abadia y otra por correo interno en Roma.
La oblata,lo habia hecho inmediatamente.

Creame hermano Rodrigo,en Noirlac,he hecho lo possible.
La respuesta es la misma:debemos esperar hasta principios de Septiembre.

Novicio Mensajes : 5 Fecha de inscripción : 22/07/2012

Después de que la Archidiaconisa se uniera a ellos para comer, una hermosa ave blanca apareció sin previo aviso proveniente del cielo. La hermana francesa la cogió delicadamente mientras desanudaba el hilo que unía un pequeño trozo de papel a su pata, al parecer era una paloma mensajera. Klara les leyó el mensaje, era una misiva de la madre Eloin escrita en Noirlac. Les pedía paciencia hasta que regresara el Prior de Vallbona.

- Creame hermano Rodrigo, en Noirlac he hecho lo posible. La respuesta es la misma: debemos esperar hasta principios de Septiembre -le dijo la hermana Klara-.

- Sí, lo sé. No nos queda otra que esperar al Prior Luis Manuel -dijo cabizbajo-.

[HRP:Solicito,sea cerrado este hilo.Ya no tiene razon de existir,pues Vallbona esta activa nuevamente.
Gracias.] Smile

» [RP] Llegada de Ecm
» LLegada de Silencioso
» Llegada de Ander
» Llegada de Goswintha
» Llegada de Carolum